viernes, 12 de agosto de 2016

1. imagen secuencial 1. (Duane Michals)






1. Historia. Los Inicios del Cinematógrafo (2)


Es evidente que desde las primeras tentativas por crear la imagen en movimiento, existen dos movimientos claramente definidos que buscan bien el entretenimiento, bien la constatación científica. Estos dos movimientos son los que marcarán el desarrollo del futuro cinematógrafo. El cinematógrafo, desde su origen, tiene dos vertientes: la primera es la científico-realista, creada por los hermanos Lumière, que en su avance llegará a desarrollar lo que conocemos como el cine documental. La segunda vertiente es la inventiva fantástica de George Méliès, siendo el comienzo del cinematógrafo como entretenimiento mágico, origen del cine de ficción.
Para algunos teóricos del cine, como es el caso de Noël Burch, la historia de la ciencia moderna pasa por tres periodos:
1. La introducción de la perspectiva.
2. La invención del telescopio y el microscopio.
3. el descubrimiento de la fotografía.
La perspectiva como introducción a la profundidad de campo, al interés de los elementos que componen un cuadro, a la composición de una imagen, todavía pictórica. La invención del telescopio y el microscopio contribuye a un nuevo enfoque de los objetos, a una cercanía anteriormente inimaginable. Esta invención será un juego en manos del primer cine británico, la llamada Escuela de Brighton, que jugaba con los objetivos para crear macros o aumentos imaginarios.
No se sabe si, como dicen algunos autores, por una simple apuesta o por, como sería lo más sensato, una clara vocación científica, Edgard James Muybridge quiso captar el movimiento de un caballo al galope para lo que dispuso, en 1885, una serie de 12 cámaras fotográficas, cada disparador tenía un cordel atado que atravesaba la pista por donde iba a correr el caballo y cuando el caballo rompía el cordel la foto se disparaba. El resultado fue éste:
muybridge.jpg
muybridge2.gif
Muybridge
Del mismo modo trabajó Jules Morey intentando capturar el movimiento del vuelo de las aves para su estudio, así como del movimientio del humo y la aerodinámica, contribuyendo al nacimiento de la aeronáutica.
2. Marco histórico del cinematógrafo.

Habría que señalar, como comienzo, que el cinematógrafo nace con una vocación científica, los hermanos Lumière crearon un aparato para recoger la realidad, al igual que hasta entonces lo había hecho la fotografía, pero esta vez con movimiento.

Es cierto que Thomas Alba Edison había grabado el 7 de enero de 1894 una brevísima película titulada Record of a Sneez para su invento, el kinetoskopio, y una vez descubierta la atracción de su invento se dedicara a hacer este tipo de micropelículas a las que coloreaba el negativo para hacerlas más vistosas. Una de las más vistosas y exitosa fue la de la bailarina Annabelle.

Pero el motivo por el que los hermanos Lumière se consideran los pioneros de lo que conocemos como cine es, sencillamente, porque el invento de Thomas Alba Edison no proyectaba las imágenes sobre una pared blanca sino que consistía en una caja cerrada con un visor por el que, después de echar una moneda, se podía contempla, de forma individual, la película.
Cuando los hermanos Lumière presentaron en 1895 en el Gran Café de París su primera sesión de cinematógrafo, excepto una de las películas titulada El regador regado, las demás eran una sencilla plasmación de la realidad, habían capturado a unos obreros saliendo de la fábrica, un tren llegando a una estación, a unos padres felices dando de comer a su niño un día de domingo y poco más. Los hermanos Lumière habían inventado el aparato del cine pero no supieron construir con su invento un lenguaje cinematográfico ni una industria. Podría decirse que a los hermanos Lumière les interesaba su invento en una categoría científica, no creativa; sin embargo, al inquieto prestidigitador George Mélies, el invento de los hermanos Lumière le serviría de apoyo a sus locas intenciones creativas, porque Mélies era ante todo un mago, un ilusionista y con el cinematógrafo consiguió llevar al hombre a la luna o desaparecer en la pantalla con mayor facilidad que en el teatro en vivo simplemente grabando fotograma a fotograma.

Mélies fue un revolucionario muy imaginativo del cine, intuyó que el cine podía tener su propio lenguaje, pero se quedó en eso, en una intuición, porque se sirvió del cinematógrafo para seguir haciendo teatro, no cambió la visión del espectador, el punto de vista seguía siendo frontal, como si estuviéramos en un patio de butacas contemplando una obra de teatro, como en esta conocida película de Méliès titulada Viaje a la luna de 1902.