jueves, 3 de mayo de 2018

1. Unidades del lenguaje audiovisual (secuencia. plano. toma. encuadre).

Uno de los problemas que solemos encontrar a la hora de hablar de los términos y su definición es que muchos de ellos tienen varios significados. Ello es debido, sobre todo, a la confusión entre los espacios de trabajo del creador y del investigador teórico: una misma palabra puede tener significados diferentes según nos encontremos haciendo el rodaje de una obra o su análisis. Tener un conocimiento profundo de las teorías de la narrativa o de las teorías de la comunicación sirve de mucho al creador audiovisual para controlar mejor el sentido de su obra pero es absurdo pretender aplicar la terminología o los conceptos que se usan como jerga de trabajo al análisis y viceversa. La confusión llega al máximo cuando un estudiante recién salido de la facultad pretende aplicar categorías de la narrativa o la teoría de la comunicación al trabajo concreto de rodaje. Comenzamos con algunos conceptos básicos. 

La secuencia
Los significados habituales de la palabra secuencia son los siguientes:
-Secuencia (narrativa): se usa en el terreno del análisis para definir aquellos fragmentos de una película que tienen una cierta unidad e incluso una estructura del tipo planteamiento-nudo- desenlace, aunque no alcancen a tener un cierre narrativo por sí solos. Esta división se hace por parte de los investigadores teóricos una vez ha sido estrenada la película, si bien ya en el guión pueden quedar prefiguradas. Puesto que, como decimos, es una división analítica que se hace a posteriori es muy posible que distintos investigadores hagan diferentes divisiones en secuencias narrativas de una misma película. En todo caso, puede englobar diferentes escenas y diferentes espacios y momentos con tal de que puedan definirse como unitarios dentro de la misma secuencia.
-Secuencia (guión): los guiones cinematográficos suelen numerarse a partir de lo que en teatro se llaman escenas, es decir, aquellos fragmentos de la acción que suceden en un mismo espacio y tiempo. Hay autores, sin embargo, que llaman secuencias a estas escenas, lo que se ha convertido en costumbre en la actualidad. Este concepto sí es operativo de cara a un rodaje, de manera que puede decirse que se va a rodar tal o cual secuencia numerada en el guión. Hay que tener siempre en cuenta este binomio Escena/Secuencia de guión para saber que nos estamos refiriendo a él.
Por otra parte conviene también recordar que a veces el concepto escena se refiere al espacio donde tiene lugar la acción. De ahí que también se diga a veces que se va a preparar la escena en el sentido de que se va a ordenar el espacio para comenzar a rodar.
-Secuencia (mecánica): hay autores que hablan de la secuencia mecánica que consistiría en el metraje rodado o grabado desde que la cámara se pone en marcha hasta que se para. Evidentemente, en este caso, el concepto operativo profesional al que se refiere este tipo de secuencia es la toma. En la actualidad es un término en desuso. 

La escena
Escena (espacio): la escena nace con el teatro y define el espacio tanto físico como imaginario en el que se desarrolla la acción. En este sentido, cada vez que se cambia de espacio imaginario (y a veces si entra o sale un personaje) se cambia de escena.
Escena (guión): para los guionistas y creadores audiovisuales en general, la escena de guión es la que sucede en un mismo espacio imaginario. En el caso del teatro, es evidente que espacio imaginario y espacio físico donde se desarrolla la acción coinciden pero en el del cine no es extraño que partes de una escena se rueden en una localización y que otras se rueden en un lugar distinto (en alguna ocasión Orson Welles confesó que en su Falstaff hay momentos en que un actor pega un puñetazo en Argel y recibe la respuesta en Madrid, refiriéndose a los lugares en que habían sido rodados plano y contraplano). A la hora de rodar es posible que nos encontremos con que alguien llama escena a la que aparece numerada en guión como tal (que ya hemos dicho que puede ser denominada secuencia también dependiendo del guionista o director) o bien al espacio en el que se
van a rodar determinados planos, una vez ha sido decorado.
Escena (narrativa): el uso de este término como fragmento narrativo es más bien popular

puesto que los teóricos más rigurosos suelen referirse a este concepto como secuencia en casi todos los casos. Así, no es extraño que cuando alguien le cuenta una película a un amigo o cuando un crítico escribe en una revista divulgativa de cine se diga que en determinada escena tal o cual personaje hace tal cosa, queriendo decir en realidad que lo hace en determinada secuencia.
Localización: traemos aquí este concepto porque se relaciona directamente con el de escena. Si la escena corresponde al espacio imaginario donde se desarrolla la acción, la localización hace referencia al lugar real donde se rueda ese plano. Por ejemplo, en la secuencia final de Casablanca (Michael Curtiz, 1949) la escena correspondería al aeropuerto de Casablanca, en Marruecos, mientras que la localización sería el estudio de la Warner correspondiente, situado en California. 

El plano
-Plano (encuadre): hace referencia a la composición. Se puede hablar entonces de plano medio, plano general, etc. “Esto lo vamos a rodar en plano general”
-Plano (rodaje): se refiere a cada uno de los fragmentos que se capta por parte de una cámara desde cada una de las posiciones de cámara, distancias focales o encuadres diferentes, numerados, que se han establecido en el plan de rodaje para cada una de las secuencias (de guión). En caso de que el equipo de dirección no haya diseñado un plan de rodaje, la numeración se hace a partir de los diferentes encuadres que se rueden sobre la marcha. Así, se diría por ejemplo: “vamos a rodar el plano 3 de la secuencia 17”. Cuando el plano pasa del aspecto abstracto del plan de rodaje al concreto, cuando se rueda o se graba, surgen las tomas, que son cada una de las veces que se rueda determinado plano hasta que quede bien. “Vamos a grabar la secuencia 1, plano 17, toma 2” (se ha grabado una primera toma del plano 17 antes).
-Plano de montaje: se refiere a cada uno de los cortes que el montador hace sobre el material rodado. Es posible, por lo tanto, que si se ha rodado un diálogo en dos planos (de rodaje), esos dos planos se fragmenten en varios planos de montaje para efectuar un juego de plano/contraplano.”Hay que acortar la duración del plano de Luis y alargar la del plano de Pepe”.
-Plano de profundidad: a veces se habla de primer plano en el sentido de lugar que está más cercano a la cámara, un segundo plano donde se realiza la acción principal y el fondo. En ocasiones la acción se realiza en primer plano quedando el resto como fondo.
Al igual que sucede en el caso de la secuencia, en el entorno profesional del rodaje y montaje se da por supuesto que nuestro interlocutor va a entender a qué clase de plano nos referimos. “Tengo que cortar un poco del primer plano para meter el plano 7” (= “Tengo que acortar el plano de montaje donde aparece un primer plano de encuadre para meter otro plano de montaje que será un fragmento del plano 7 de rodaje)
Todo este juego de múltiples sentidos debe tenerse siempre en cuenta para evitar las confusiones a la hora de elaborar nuestras obras. Un ejemplo típico puede ser el de las secuencias narrativas a las que se puede hacer referencia en un análisis teórico, que puede englobar varias secuencias de guión rodadas y montadas. 

La construcción del plano
¿Cómo escoger el plano que nos conviene a la hora de rodar? Si hubiera una respuesta exacta el cine no sería un arte pero, como vamos a empezar a ver en estos capítulos dedicados a la técnica del cine, hay una serie de fórmulas y clasificaciones que se han estandarizado a la hora de resolver el rompecabezas que supone hacer una película.
En primer lugar tenemos el guión. Se supone que el plano que vamos a utilizar se basará en lo que tratamos de contar según lo que el guión establece. Cuando un director lee ese guión es probable que empiece a imaginar cuál será el resultado en pantalla dependiendo de su experiencia y su creatividad. La imaginación del director, no obstante, queda constreñida por una serie de
condicionamientos técnicos y económicos que, si está formado y tiene experiencia, ya conoce y que puede respetar o tratar de superar para obtener un resultado extraordinario en el sentido literal del término. Superada la etapa del guión, el primer condicionante al que nos enfrentamos a la hora de hacer una película es que la imagen que obtendremos es rectangular. Podría haber sido circular o haber tenido otra forma pero la tradición de la que proviene el cine (pictórica, en este caso), ha dictado este formato. Evidentemente, hay que seleccionar qué parte del entorno vamos a recoger dentro de ese recuadro. Además, este rectángulo sólo representa dos dimensiones (ancho y alto) de las tres en las que vive el ser humano (el 3D tal y como se presenta en este momento no deja de ser otra ilusión puesto que se mantiene la frontalidad del espectador que todavía no puede pasearse entre los elementos de la imagen). La profundidad tiene que ser representada, pues, utilizando otra serie de sistemas que han ido desarrollándose desde el Renacimiento, sobre todo los relacionados con la perspectiva. 

Relación de aspecto
La dimensión del cuadro o la relación entre altura y anchura del cuadro se expresa como una relación de aspecto de anchura a altura. Puede escribirse como 4:3, 16:9, etc. La primera cifra de las indicadas corresponde, por ejemplo, a la relación de aspecto de los televisores hasta hace bien poco. También puede expresarse como una fracción en relación a 1 como por ejemplo 1.33:1, donde el número 1 representa la altura y el número 1.33 muestra la anchura como 1.33 veces la altura (que es el caso de la relación de aspecto 4:3). El vídeo en alta definición, por ejemplo, tiene una relación de aspecto de 16:9 (o lo que es lo mismo, 1.78:1).
En los inicios del cine, el formato de la imagen tendía a ser cuadrado pero a lo largo de la historia del medio se ha ido optando por formatos más apaisados o panorámicos. Se suele dar como razón para esta preferencia que nuestros ojos se sitúan en un plano horizontal, lo que favorecería una percepción cinematográfica en esa misma dimensión.
Algunas relaciones de aspecto típicas, aparte de las reseñadas anteriormente, son las de 1.66:1, la del cine en Europa durante algunas décadas, 1.85:1 (la del cine en los Estados Unidos y también Europa en la actualidad) y el 2.40:1 (la de los formatos panorámicos con lentes anamórficas conocidos como Cinemascope o Panavision). 

Los tipos de plano
Desde hace tiempo se han propuesto varias clasificaciones de los tipos de encuadre. Tales clasificaciones atienden a la cantidad de espacio real que recoge la imagen. Según qué autores esta clasificación se hace más o menos pormenorizada pero para nuestro propósito vamos a hablar de tres tipos básicos de plano:
Plano corto: un plano relativamente cercano. Muestra un fragmento muy concreto de la realidad.
Plano medio: una plano en el que las personas se relacionan con su entorno cercano. Plano general o largo: nos muestra mucho más el entorno alrededor de las personas, objetos o acciones y sus relaciones en el espacio físico.

A partir de esta clasificación básica podemos hacer otra más pormenorizada dependiendo de las ganas que tengamos de subdividir. Algunos autores hablan de gran plano general (o panorámico) que mostraría una gran extensión de paisaje por el lado de los planos más abiertos o largos, mientras que en extremo opuesto de los planos más cortos se habla del Plano Detalle y del Primerísimo Primer Plano. El Plano Medio puede, a su vez, subdividirse en Plano Medio Corto, Plano Medio Medio y Plano Medio Largo. Es posible que algunos autores hablen de otros tipos de plano, aplicando subdivisiones aún más pormenorizadas. Lo importante a la hora de trabajar es dejar claro qué espacio debe contener el encuadre, lo que generalmente suele definirse de un modo mucho más concreto atendiendo a los elementos presentes en ese momento en la imagen: “quiero que cortes al personaje por debajo del segundo botón dejando aire para que se vea el cuadro...”, por ejemplo.